Quizá a veces crees que te iría bien una terapia… y no te digo que no, pero… no todo está en tu cabeza, aunque a veces lo parezca. Angustia, ansiedad, irritabilidad, aumento de peso, falta de energía, sensación de pérdida de memoria, confusión, agitación, agotamiento, dolor de cabeza… ¿te sientes incapaz de disfrutar de tu vida? ¿Se te han cronificado estos síntomas?
Ante algunas de estas afecciones que parecen más emocionales o neuro psicológicas que fisiológicas, tenemos algunos remedios más que habituales, pero no permanentes: analgésicos, antiinflamatorios, aspirinas, ansiolíticos, antidepresivos, etc. A veces suponen un alivio rápido, pero ¿te tomarías una aspirina para un clavo en el pie?
Me explico: la causa de que te duela la cabeza o que estés irritable o triste no es solamente por estrés o por tus circunstancias externas. Es porque hay algo que no está funcionando óptimamente.
Tabla de contenidos
¿Por qué tu cuerpo se vuelve “disfuncional”? La clave está en tu estilo de vida.
Los factores que influyen en tu estilo de vida son:
- Lo que comes.
- Cómo tratas cada síntoma.
- Afecciones psicológicas y/o médicas no diagnosticadas.
¿Cómo encontrar la luz en este caos de sensaciones, dolores y frustraciones tanto físicas como mentales?
- Examina tus experiencias pasadas y tu situación actual desde un punto de vista celular, no sólo emocional. Es decir: teniendo en cuenta tu sistema inmune y tu sistema endocrino.
- Haz una lista de los riesgos a los que has sometido, sin darte cuenta, a tu cuerpo: disruptores endocrinos, abuso de fármacos, disbiosis o desequilibrio microbiológico.
- Ten clara tu historia: tanto tu historial médico como tu historia personal ya que los eventos emocionales impactan directamente en tu estado hormonal (concretamente en tus niveles de cortisol y en el funcionamiento de tu tiroides).
- Valora de dónde vienes: tu genética es un condicionante importante, aunque no determinante.
Los síntomas crónicos neuro psicológicos se desarrollan en tu aparato digestivo y en tu tiroides… lejos de tu cabeza.
Ya es hora de que tengas en cuenta la relación que hay entre tu salud mental, emocional, hormonal e intestinal. Esta relación aparece en un mismo contexto: la inflamación.
La solución está en cambiar tu estilo de vida, pero ¿cómo?
- Haz cambios dietéticos: Compra diferente, menos azúcar, menos gluten, menos lácteos y más grasas saludables. La grasa es vital para tu funcionamiento hormonal y metabólico.
- Ayuda a tu cerebro con suplementos naturales: vitaminas B, probióticos y magnesio ¡para empezar!
- Disminuir tóxicos: menos químicos, menos cosméticos, es decir menos disruptores endocrinos.
- Trabajar con tu tolerancia a la aflicción. Vuelve a conectar con tus emociones y con tu cuerpo a través de: movimiento (danza, yoga, etc.), descanso (vigila tus horas sueño) y técnicas de relajación.
En el nutriwebinar de esta sesión te damos las claves para proteger tu cerebro y tu intestino:
SESIÓN 1: Epigenética y la enfermedad como adaptación al estrés. La sesión empieza en el minuto 03:30
(Mira la sesión a partir del minuto 3:30, los tres primeros minutos cuento por qué se celebra el día de la madre, ya que esa sesión se grabó en mayo)
Puedes iniciar sesión si ya eres miembro.
La meta es: mente sana en cuerpo sano.
¿Tú también quieres sentirte físicamente llena de energía?. ¡Seguro! Y además emocional y mentalmente equilibrada.