El Estrés, es un diagnóstico médico, que involucra mente, emociones y cuerpo; y por lo tanto merece ser conocido y atendido médica y nutricionalmente
El estrés no es fragilidad emocional o baja tolerancia a las presiones de la vida; es un diagnóstico médico que merece ser atendido; y está relacionado con tu nutrición y con tu microbiología intestinal.
Todas las enfermedades comienzan en el intestino.
– Hipócrates, 450 a.C.
Cualquier desequilibrio en la salud, incluidos los problemas mentales o emocionales comienzan en el intestino.
Para empezar, resulta crucial tener clara la respuesta a la siguiente pregunta:
¿Cómo se diagnostican las enfermedades, qué pasos se siguen para decidir qué tratamiento se debe emplear?
Lo primero es que tenemos una preocupación por nuestra salud, es un síntoma o varios síntomas que nos aquejan; vamos al médico, quien nos hace pruebas analíticas, pide imágenes, e incluso llegan a solicitarse biopsias, todo ello para llegar a un diagnóstico médico.
El propósito es que con un diagnóstico final, el médico te aplique el mejor tratamiento médico que conozca, el que mejor se ajuste a tu diagnóstico, sean fármacos o incluso alguna cirugía, si así lo dictaminan los “protocolos” que el médico utiliza.
Pero no siempre se llega a un diagnóstico, ni en cuestiones de salud física; y mucho menos en situaciones de salud mental o emocional. Cuando esto sucede, se suele “achacar” a algún desequilibrio mental o emocional.
Cuando el médico “no encuentra nada en qué apoyarse” para hacer un diagnóstico y darte el mejor tratamiento; o cuando no funciona el tratamiento médico; a veces terminas visitando al psicólogo al psiquiatra.
¿Qué es lo que la medicina no ha llegado a considerar en relación a tus síntomas, aunque te digan que es psicosomático o a causa del estrés; y cuando no funcionan los medicamentos; y continúas teniendo síntomas físicos como dolor o inflamación?
El desequilibrio emocional, es un tipo de inflamación y problemas autoinmunes en el intestino, en las hormonas, y en el cerebro.
La psiquiatra estadounidense Dra. Kelly Brogan, en su libro “Tu mente es tuya”, nos cuenta que en su consulta de especialidad, le han llegado muchísimos pacientes derivados por sus colegas médicos con circunstancias similares a las descritas.
Donde en un paciencia, con presencia de síntomas físicos evidentes, sin encontrar nada en las analíticas, terminan en su consulta de psiquiatría para recibir tratamiento médico psiquiátrico o un diagnóstico de “enfermedad mental”
Gracias a esta psiquiatra, sus pacientes recibieron tratamiento médico nutricional, y sanaron sus síntomas mentales y solucionaron por fin sus síntomas físicos, por completo.
Los síntomas en el cuerpo y en la mente, sin causa aparente; encuentran solución en la Medicina del Estilo de Vida
Cualquier circunstancia en la salud; ya sea que esté en equilibrio o en desequilibrio, tienen que ver 3 elementos principales: la nutrición, la microbiología intestinal, y la gestión del estrés; y los 3 están interconectados entre sí.
Los síntomas, sean físicos, mentales, o emocionales; se deben a que hay un proceso inmunológico y un proceso inflamatorio en marcha; y por lo tanto requieren de nuestra atención; esto es poner en marcha la Medicina del Estilo de Vida.
Si todas las enfermedades cursan con un proceso inflamatorio e inmunológico, la respuesta no está en dar anti-inflamatorios, sino en tratar la causa de estos procesos.
El sistema inmunológico cumple con la función de regular nuestras defensas para equilibrar nuestra relación con los microbios, y con otros elementos de la naturaleza; por ej. pelos, hongos, plantas; y que esta relación sea lo más llevadera posible.
El proceso inflamatorio, se encarga de reparar un órgano dañado, si no existiese inflamación, nunca se cerraría una herida en la piel, por ejemplo; así la inflamación no sólo no es mala, sino que además en necesaria para sanar.
La solución entonces no está en usar medicamentos que “cortan” la inflamación, o que “disminuyen” la respuesta inmunológica; esto es lo mismo que decirle al cuerpo que se equivoca en sus funciones; y esto no funciona así.
La Medicina del Estilo de Vida, lo que hace es “regular o equilibrar” estos procesos, trabajando en la causa que hace que todo el tiempo haya inflamación y respuesta inmunológica; otra vez: nutrición, microbiología intestinal, y gestión del estrés.
El Estrés, es un diagnóstico médico, que involucra mente, emociones y cuerpo; y por lo tanto merece ser conocido y atendido médica y nutricionalmente
El estrés no es fragilidad emocional o baja tolerancia a las presiones de la vida; es un diagnóstico médico que merece ser atendido; y como está relacionado con los otros dos elementos: nutrición y microbiología intestinal, siempre hay cómo abordarlo apropiadamente.
En cualquier situación de salud, uno de los elementos de importancia es la Gestión del Estrés, y además está interconectado con los otros dos: la nutrición y la microbiología intestinal; conviene aclarar que el estrés también es una situación de índole médico.
Las personas con estrés, también cursan con un proceso inflamatorio, y con un proceso inmunológico; por ello los síntomas más frecuentes de: dolor, infecciones, inflamación y otros, llevan la palabra griega “itis”, que significa inflamación, en castellano.
Pero además la inflamación y proceso inmune no sólo afectan al cuerpo; sino que también afectan al cerebro; estos es porque la química cerebral depende de que haya equilibrio o regulación inmunológica y buena función de reparación inflamatoria.
Si nada está regulado, el cuerpo, el cerebro; en sus manifestaciones mentales y emocionales; también presentan disfunción, es decir, hay síntomas de por medio que indican que algo no marcha bien.
El estrés entonces, no es falta de carácter; así que sus manifestaciones físicas, celulares y químicas se observan en varias partes de nuestro cuerpo.
Primero, el Estrés, sea el que sea, afecta a las distintas partes de tus órganos y sistemas, veamos las partes más frecuentemente afectadas, son:
- El cerebro, que literalmente es la cabeza de todos los procesos que se llevan a cabo en el cuerpo
- El sistema hormonal, que regula todas las funciones del cuerpo, son químicos, sustancias que regular a todas las células del cuerpo
- El sistema inmunológico, o de las defensas frente a infecciones o alergias, nuestro medio de comunicación con todos los elementos de la naturaleza.
- El sistema digestivo, que nutre, alimenta a cada órgano del cuerpo, a cada célula del cuerpo; y que está ahí, a nuestro servicio, y que convendría conocer qué le sienta bien y qué le sienta mal, en verdad
Nos conviene conocer el Estrés en detalle, ya que entre el 50% al 80% de los síntomas, en cualquier situación de salud, se deben a la poca o mala gestión que tenemos de él.
En el libro llamado “El Arte de la Guerra”; se dice que para ganar una batalla, el éxito radica en conocerse uno mismo y conocer al enemigo; ¿y qué tiene que ver esto con el estrés y los síntomas que uno tiene?
Aunque no sea exactamente una situación de guerra, en verdad, conocer qué es, dónde está ubicado el estrés, y qué variedades de estrés existen, nos augura gran parte del éxito en cualquier circunstancia de salud.
El estrés por definición son mecanismos naturales de la mente y del cuerpo, que producen químicos y respuestas para salvar nuestras vidas ante situaciones de peligro o amenaza de la vida; da igual que sean verdaderos, o no.
- El Estrés podría ser nutricional; puesto que hay alimentos inflamatorios (amenazas) que nos convendría retirar, y otros alimentos o nutrientes que están en deficiencia y que nos convendría introducir en nuestros hábitos de alimentación a diario.
- El estrés podría ser emocional; nuestras emociones no están en el aire, están ubicadas en nuestra mente, en el cerebro y en cada célula del cuerpo. Da igual que sea un estrés real con situaciones molestas (amenazas), o un estrés mental con pensamientos molestos (amenazas)
- Para el cuerpo y el cerebro “todo tipo de estrés” es verdadero
- En ambos se evidencia cambios físicos y químicos: aumentando la frecuencia respiratoria, la frecuencia cardíaca, aumento de glucosa y hormonas en sangre; se paralizan las funciones digestivas, etc.
- El estrés podría ser imaginario inclusive; por poner un ejemplo, si te imaginas un limón, en su sabor, en su color, al cerebro y al cuerpo, le parecen igual reales, y segregas saliva, incluso sientes el sabor ácido del limón.
Luego, todo el rato tu cerebro fabrica sustancias necesarias para dar respuesta a cualquier tipo de estrés; con la finalidad no sólo de sentir sabores, sino para salvar tu vida de cualquier tipo de amenaza.
- El estrés podría ser físico; hacer muchísimo deporte (amenaza) puede, tanto como no hacer nada de deporte (amenaza) suponer algún tipo de estrés.
- Estamos hechos para movernos, y nuestro cuerpo necesita movimiento.
- El Estrés podría ser microbiológico; nosotros mismos, a través de elegir nuestros alimentos, quitando lo inflamatorio (amenaza), y añadiendo lo que necesitamos; a través de todo esto, “alimentamos o amenazamos” a nuestros microbios.
Adicionalmente hay 3 tipos más de estrés que comenzamos a conocer cada día más por medio de la investigación médica, en relación al medioambiente natural o a los elementos fabricados por el hombre, pero que nos rodean:
- El estrés podría ser químico; cada vez más y más productos químicos, plásticos y otros están en contacto con nosotros, en los alimentos, en la ropa, en los cosméticos. Tienes más información en el Curso “Libérate de los disruptores endocrinos tóxicos“.
- El estrés podría ser electromagnético; tanto las ondas eléctricas (amenaza), como la presencia continua de luces artificiales (amenaza), terminan volviendo un poco loco al cerebro, que por la noche necesita que haya oscuridad, y que por día luz natural.
- El estrés podría ser térmico; los cambios de temperatura radicales, cambiar de ambiente frío al calor, y del calor al frío bruscamente (amenazas); como sucede con los aparatos de aire acondicionado o calefacción, genera este tipo de estrés.
El estrés metafórica y biológicamente, se parece a tener un clavo en el zapato que te pincha, que duele, y lastima; la solución consiste en quitar el clavo (la causa del estrés) y curar la herida (para sanar el estrés)
La relación entre el cuerpo y el cerebro, se encuentra en la correcta salud intestinal por medio de la Medicina del Estilo de Vida: alimentarte, gestionar el estrés, y reparar tu microbiología
Como ejemplo de esto, tenemos cualquier situación de salud, no sólo del cuerpo, sino también de la mente, por ejemplo la Depresión; hasta hace poco creíamos que era una situación exclusivamente mental y un desequilibrio neuroquímico del cerebro y punto.
Pero hoy en día sabemos que la Depresión, tiene además la presencia de marcadores inflamatorios en una analítica sanguínea, y que por lo tanto se puede considerar también una enfermedad inflamatorio autoinmune, más que un desequilibrio mental o emocional únicamente.
Hoy también sabemos que una causa es la presencia de toxinas intestinales que producen inflamación y química cerebral alterada; y que todo esto genera síntomas de Depresión: tristeza profunda, y sensación de baja energía para la vida.
Toda enfermedad, todo desequilibrio mental, emocional o físico, tiene su origen en el sistema digestivo, que es el órgano que vincula a todos los demás para que funcionen bien.
Nuestros sistemas digestivo, inmune, endocrino, y nuestro cerebro; todos ellos y los demás, están directamente conectados entre sí a través de un Eje que lo une todo; este Eje contiene neuronas en prácticamente todos los órganos del cuerpo.
Además el Eje Intestino Cerebro, que se llama así, y que lo une todo, depende de la composición de los microbios en su interior; y estos microbios dependen de los alimentos que cada uno elegimos para comer.
Somos un todo, y estamos unidos en un todo, ahora tenemos más información y herramientas para actuar, a través de la nutrición, a través de la gestión del estrés con la Medicina del Estilo de Vida, y todo ello para estar sanos.
¡Anímate a hacerlo tú también, sanar ahora y para siempre!
Preguntas y Respuestas
P1. ¿El Colon irritable es originado entonces por cualquier tipo de estrés?
R. Del 60 al 80 por ciento del estrés específico que va a generar un colon irritable, va a tener que ver con estrés nutricional específicamente; y el resto, un 20 al 30 por ciento va a tener que ver con el resto de estreses que hemos nombrado,
P2. ¿Hay alguna forma de sanar, alguna cura permanente para el Colon irritable?
R. La respuesta es si, la cura es permanente y por supuesto hay formas de sanar. Hace muchos años creíamos en medicina, que se decía: no hay cura para las enfermedades autoinmunes. Hoy en día sabemos que a través de cuatro aspectos. 1) Cambio de dieta, hay algo que a tu alimentación le está sobrando y que está generando toxinas. 2) Hay que añadir suplementos alimenticios porque hay nutrientes que no estás fabricando y que por tanto tu cuerpo no tiene los recursos para fabricar esas paredes celulares que necesita, para que tú te sientas bien. 3) Hay que hacer un reequilibrio microbiótico, para que tu sistema inmune vuelva a relacionarse adecuadamente con el medio y contigo. 4) Hay que hacer una gestión inmediata del estrés día a día.
Para gestionar el estrés, funcionan dos cosas: 1) Un buen proceso terapéutico; y 2) Lo que es inmediato y que sólo depende de ti; es respirar todos los días, hacer ejercicios de respiración.
Los ejercicios de respiración, específicamente lo que generan es que el cerebro cambie el movimiento hormonal en lugar de atender a cualquier estrés como si fuese una amenaza.
Gracias a la respiración, la señal que le estás enviando a tu cuerpo es que no es tan grave lo que está sucediendo. Y entonces se va a permitir reactivar al sistema digestivo, va a bajar la frecuencia respiratoria, va a bajar la frecuencia cardíaca, tu cuerpo se va a oxigenar mejor y vas a volver a activar los procesos de sanación de tu cuerpo.
P3. ¿Cuáles son los marcadores inflamatorios?
R. En cualquier situación inflamatoria, los marcadores de fácil acceso para la mayoría de personas son:
- Hemoglobina glicosilada, se abrevia HbA1c: muestra el valor promedio de la glucosa de los últimos 3 meses. Debería encontrarse por debajo del 5.6 por ciento; en caso de estar por encima de 5.6%; aunque se considera “normal”; es un marcador de inflamación crónica.
- Proteína C Reactiva: es un marcador muy sensible; por lo tanto con que esté un poco elevada, o si está muy elevada es un marcador de inflamación.
- Niveles de Vitamina D en sangre: ahora sabemos que en presencia de problemas hormonales, metabólicos, mentales, neurológicos, inflamatorios o problemas relacionados con inflamación; por ej. Covid grave; tienen deficiencia severa de Vitamina D.
Estos tres datos laboratoriales, indican que hay un proceso inmunológico, inflamatorio; y que están vinculados a todo lo comentado en esta sesión.